Lanzada al espacio desde Cabo Cañaveral el 5 de septiembre de 1977, esta sonda interplanetaria continúa su viaje a 17 km/s, con la misión de estudiar los límites del sistema solar. Ha abandonado la heliopausa (el 12 de Septiembre de 2013), que señala el límite de la heliosfera, donde el viento
solar se une al viento estelar producido por otras estrellas. Ahora a 19 000 millones de km, o 17,5 horas-luz (septiembre 2013), la sonda se dirige en dirección al centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Atrás quedan la imágenes que envió de los planetas Júpiter en 1979 y Saturno en 1980 o la foto de familia tomada en febrero de 1990 a una distancia de seis mil millones de kilómetros de la Tierra, en la que se veía la tierra como «un punto azul pálido». Tardará 40.000 años en recorrer la distancia a la estrella más cercana a nuestro sistema solar. Lleva en su interior un disco de oro (en inglés «The Sounds of Earth», en español Sonidos de la Tierra) con el mensaje en varios idiomas «Hola y saludos a todos», además de imágenes que retratan la diversidad de la vida y la cultura en la Tierra. Pero la probabilidad de que una civilización se encuentre con ella en su viaje por el espacio es muy pequeña, sobre todo porque la sonda con el tiempo dejará de emitir cualquier tipo de radiación electromagnética. Y mejor que no la encuentre. La razón de esto es porque en su interior guarda otros discos, no de oro sino de plutonio (Dióxido de Plutonio 238). El plutonio es convertido en electricidad a bordo por los generadores termoeléctricos de radioisótopos, que daban 470 watios de electricidad al inicio de la misión, los cuales transforman el calor generado por la fisión del combustible radioactivo. Más allá de 2.020 los reactores no darán suficiente energía para los instrumentos, que se apagarán. El plutonio, como todos sabemos, es altamente radiactivo. Por fortuna su período de semidesintegración es de sólo 87,7 años, que es muy poco tiempo en la duración del largo viaje, pero su desintegración produce Uranio 234, que también es tóxico.
Otras sondas semejantes son las Voyager 2, Pioneer X y XI, que le siguen de cerca, o la más reciente, y no tan alejada, New Horizons, que está próxima a su objetivo de estudiar Plutón y el cinturón de Kuiper. Esta sonda viaja hoy a una velocidad heliocéntrica de 14,81 Km/s y en julio de 2015 tendrá la mayor aproximación al sistema Plutón-Caronte.
Ver la página de la Nasa sobre Voyager 1 o el web site del JPL sobre Voyager (en inglés ambas).
Para ver donde están los Voyager ver la página de la Nasa WHERE ARE THE VOYAGERS?
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