Evaristo M. Alfaya
Hipótesis explicativa al suceso ocurrido en París la noche del 29 de diciembre de 1902
En la noche del 29 de diciembre para amanecer al 30 de 1902, a las 1:05 am en la ciudad de París tuvo lugar un misterioso fenómeno: todos los relojes de pared de péndulo quedan parados. Este increíble evento fue descrito en el primer número de la «Revista de conocimiento» de 1903. El artículo dice que en este momento muchos parisinos se sintieron mareados, acompañado de náuseas y desmayos. El director de la Estación Meteorológica Central de París, declaró oficialmente que no hubo anomalías atmosféricas en todo este tiempo, no se observó nada extraño. Los sismógrafos no observaron un solo caso de fluctuaciones de la tierra. Sin embargo, la hipótesis de los expertos, es que se llevó a cabo sólo un fenómeno geofísico, ya que sólo dejaron de funcionar los relojes con péndulo, y el accidente en París no tuvo ningún efecto.
Pero antes de preguntarnos como pararon todos relojes preguntémonos ¿Cuál es el principio físico por el que se rige el funcionamiento de un reloj de péndulo?
Pues un péndulo es un cuerpo suspendido de un soporte fijo para que se balancee libremente de un lado a otro bajo la influencia de la gravedad.
Las matemáticas de los péndulos son en general bastante complicadas. Realiza un movimiento oscilatorio y periódico en donde se equilibran las fuerzas generadas por su energía potencial gravitatoria (debida a su altura o posición) y su energía cinética (debido a su movimiento). Aunque no es, en principio, un movimiento armónico simple (movimiento vibratorio periódico cuya representación, si fuera en línea recta, sería una sinusoide), es decir, una onda, tal que este patrón, que sí lo es.
Sin embargo, los relojes de péndulo se basan en la realización de un movimiento armónico simple fundamentado en el descubrimiento por Galileo (hacia 1581) de la propiedad del “sincronismo” de los péndulos.
Galileo observó, estando en misa en la catedral de Pisa, que una lámpara de bronce, suspendida de una larga cuerda, oscilaba con lentitud ante el altar. La lámpara se detuvo poco a poco y, atento Galileo a sus últimos movimientos, observó que marcaba siempre el mismo compás.
Ocurre, que, en oscilaciones de pequeña amplitud, es decir en aquellas donde el ángulo que forma el hilo con la vertical es muy pequeño, el movimiento es isócrono.
Si la amplitud de la oscilación de un péndulo es considerable, su movimiento se hace más irregular, y su período fluctúa. En cambio, cuando se limita a pequeñas oscilaciones de unos pocos grados, el péndulo es prácticamente isócrono; es decir, su período es independiente de los cambios en la amplitud del movimiento. Por lo tanto, la oscilación del péndulo en los relojes se limita a valores comprendidos entre 2° y 4°.
No sería hasta 1673 en él que Christiaan Huygens halla la expresión exacta y el funcionamiento del péndulo simple, inventando, además, el reloj de péndulo moderno.
El gran interrogante ¿Como pudieron parar todos los relojes de péndulo?
En base a los hechos, alguna fuerza actuó sobre los péndulos deteniéndolos. Esto supone anular el efecto gravitatorio del péndulo por lo que se ha estipulado teorías de lo más variopinto, desde que fue una perturbación magnética generada por el Sol que actuó sobre los mecanismos metálicos de los relojes, (hipótesis que no explica cómo detener el muelle del reloj, aceptando la carambola cósmica que hizo que solo se manifestara en Paris), hasta que pasó una estrella de neutrones creando una ingravidez sobre París.
Parece ser que esa noche en los cielos de París se registró un objeto desconocido en forma de gran bola de color púrpura oscuro cruzado la capital francesa desde el sureste al noreste que los más aventureros relacionan con los extraterrestres en una especie de experimento psicológico, para ver la reacción de los terrícolas en un evento tan extraordinario. La película de 1998 titulada Dark City, se inspira en esta suposición.
Otra teoría conspiranoica culpaba a Tesla y sus experimentos.
Para añadir más intriga a este misterio existe en Paris un péndulo especial, que casualmente, en ese año de 1902 se reinstaló en el Panteón de la capital para celebrar el 50 aniversario del experimento que le dio origen: El péndulo de Foucault.
Es un péndulo esférico con una masa de 28 kg (una bala de cañón) unido mediante un cable de 67 metros de largo que pendía justo debajo del centro de la cúpula del Panteón y que puede oscilar libremente en cualquier plano vertical y capaz de balancear durante mucho tiempo. Se utiliza para demostrar la rotación de la Tierra.
¿Y qué pasó aquella noche con el Péndulo de Foucault? Pues no lo sabemos, porque la hoja de lo anotado esa noche en el libro de registro del guardia del panteón, fue eliminada, y en su lugar fue pegada otra donde estaba escrito que la noche del 29 de diciembre de 1902 transcurrió sin incidentes.
Pero aquí les daré una explicación plausible de lo que pasó solo para descubrir que la naturaleza humana puede ser tan dogmática científicamente como lo puede ser religiosamente y, en consecuencia, ante las evidencias de lo inexplicable, la mente científica simplemente las borró.
Hipótesis sobre cómo pudieron parar todos los relojes de péndulo de París.
La navaja de Ockham es un principio, no irrefutable, que se utiliza como una regla general para guiar a los científicos en el desarrollo de modelos teóricos, según el cual: En igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable.
Por ejemplo, si encontramos una jirafa por las calles de París, podemos pensar que la dejó ahí un OVNI, alguien diría que llegó andando desde África, y hasta puede haber a quien se le haya ocurrido que se escapó del Zoo. Aplicando la “Navaja de Ockham” la hipótesis más sencilla sería la más probable. ¿ustedes cual hipótesis creen que puede explicar mejor la presencia de este mamífero artiodáctilo en las calles de la capital francesa?
En febrero de 1665, Christiaan Huygens, (el inventor del reloj de péndulo), convalecía en su cuarto de una gripe. Tenía en su pared dos péndulos construidos por él mismo cuando notó algo extraño en ellos y que él sabía que no podía ser por azar. Los dos relojes estaban perfectamente sincronizados. Así que los paró y los volvió a poner a funcionar de forma descompasada, para que al cabo de un tiempo volvían a sincronizarse. Huygens llegó a la conclusión de que algún acoplamiento mecánico permitía la sincronización. Este hallazgo fue la piedra fundamental sobre la que los científicos modernos edificaron toda una rama de la Matemática aplicada y la Física llamada Teoría de los Osciladores Acoplados. Y mientras la ciencia indaga en sus ecuaciones, somos testigos y agentes activo de numerosos casos de sincronización: El ritmo de los destellos luminosos de las luciérnagas; los chirridos de los grillos, los aplausos en un concierto; la contracción de nuestras células cardíacas en los latidos del corazón o que, en el Serengueti, en África, den a luz las manadas de ñus el mismo día.
Obviamente, cuanto más grande sea el sistema de referencia, más tiempo se necesitará para la sincronización de todos sus elementos.
Y esto es algo que bien pudo ocurrir con los relojes en París, salvo que en lugar de considerar las paredes como elemento que permite un acoplamiento, hay que considerar que todos, incluidos los edificios sobre los que se apoyan, están bajo un mismo estrato geológico que actúa como tal elemento acoplador.
Para hacerse una idea de algo semejante es muy didáctico ver lo que les ocurre a los metrónomos en el siguiente vídeo:
https://www.youtube.com/watch?time_continue=1&v=L_Q1XHutqe0&feature=emb_logo
Pero si esto sucedía en el Paris de 1902 ¿Es posible que suceda actualmente? Bueno, pues hay una oportunidad única para comprobarlo en la situación actual de confinamiento por la Covid-19, ya que el tráfico con su movimiento distorsionador ha cesado y la física del pavimentado y sustrato de Paris se parece más a cómo estaba la ciudad a comienzos del S.XX . Esto se podría comprobar in situ con la colaboración ciudadana.
Con todos los relojes en sincronización sabemos que la fuerza que los paró fue una fuerza anti gravitatoria, en el sentido que anuló el efecto de la gravedad.
Recordemos que el movimiento de estos relojes tiene el mismo período o frecuencia y se realizan con el mismo ángulo, describiendo una onda sinusoide. Lo que fuera que ocurrió, anuló esta onda hasta detenerla.
Y aquí entra otro fenómeno de la Física de Ondas: La INTERFERENCIA: en el que dos o más ondas coherentes (con misma forma y frecuencia, y una diferencia de fase entre ellas constante) se superponen para formar una onda resultante, tal que el resultado puede ser una Interferencia constructiva, cuando la diferencia de fase entre las ondas es un múltiplo par de π (180 °), o una interferencia destructiva que ocurre cuando la diferencia es un múltiplo impar de π.
Un ejemplo de la interferencia constructiva sucede a menudo en el océano donde una ola se suma en su movimiento a otra y generan olas de mayor tamaño. Al parecer este fenómeno está tras la explicación de las monstruosas olas de 25 m de altura que han llegado a golpear plataformas petrolíferas y barcos.
En la siguiente gráfica se puede visualizar mejor estas dos tipos de interferencias y su efecto.
¿Y cuál es un ejemplo de Interferencia Destructiva? Pues lo que sucedió en París la Noche del 29 de diciembre de 1902. La onda que perfilaban los péndulos sufre una interferencia por otra onda de la misma forma y de misma frecuencia, en un desfase de 180º y en sentido contrario. Es decir, ¡¡sale desde debajo de la Tierra !! La consecuencia es que la resultante de ambas se anula y los péndulos se detienen
Un momento…pero los sismógrafos no recogieron ningún terremoto ¿Cómo es esto posible? ¿Un Terremoto en París y no lo registran?, y ¿lo único que ocurre es que se paren los relojes?
Los Terremotos tienen varios tipos de ondas:
Ondas longitudinales, primarias o P. Ondas de cuerpo que se propagan en el mismo sentido que la vibración de las partículas. Circulan por el interior de la Tierra, donde atraviesan líquidos y sólidos. Son las primeras que registran los aparatos de medición o sismógrafos. Y producen el efecto de una onda sonora.
Ondas transversales, secundarias o S, se propagan perpendicularmente en el sentido de vibración de las partículas. Atraviesan únicamente sólidos. En los sismógrafos se registran en segundo lugar. Causan una agitación y son muy destructivas
Ondas superficiales. Resultan de interacción de las ondas P y S a lo largo de la superficie terrestre. Son las que causan más daños. Se propagan a partir del epicentro. En los sismógrafos se registran en último lugar.
Las ondas P , son un tipo de ondas de expansión y comprensión, que pueden parar los movimientos del péndulo. Este fenómeno no es único, y consta en la prensa que ocurrió en México en 1932 deteniendo los relojes de péndulo de la capital.
Pero hay una diferencia de este suceso con el ocurrido en París: este terremoto vino acompañado de más tipos de ondas y todo ello con una intensidad y duración que la población y las infraestructuras se vieron afectadas. Curiosamente tuvieron problemas con los registros del sismógrafo de la época.
En Paris, la onda P generó una parada de los relojes, y no se reporta nada más que se pueda asociar a un posible terremoto, con lo que la pregunta es: ¿Puede viajar una onda tipo P en solitario, sin que la acompañen las otras ondas características de un Terremoto? La respuesta es Sí.
Partiendo de que las ondas P se generan en los seísmos junto con las ondas tipo S y ambos tipos de onda pueden viajar por el interior de la Tierra, vemos que las ondas tipo S, no pueden cruzar el núcleo terrestre, mientras que las ondas P cruzan por el núcleo y centro
de nuestro planeta. Consecuentemente un terremoto en las antípodas puede llegar a afectarnos, pero sólo a nivel de este tipo de onda P.
O sea, que es factible que una onda sísmica tipo P de forma sinusoidal haya viajado desde las antípodas de Francia, hasta llegar en una frecuencia de 1Hz (entra en el rango de este tipo de ondas) tal y como si saliera desde el centro de la tierra, generando un efecto semejante a un efecto antigravitatorio en París.
¿Pero que tenemos en las antípodas de Francia y de París?
En las antípodas de Francia se encuentra principalmente el océano Indico. Aun así, existen diferentes islas (principalmente las Islas Chatham) que se encuentran exactamente opuestas a algunos lugares de Francia y forman parte del territorio de Nueva Zelanda.
Tienen una extensión de casi 1000 Km2 y son una reserva natural con una población actual de solo unas 700 personas. Son parte del continente ahora sumergido en gran parte de
Zelandia. La actividad volcánica ha ocurrido varias veces en la historia geológica, pero actualmente no hay un vulcanismo activo cerca de ninguna parte de las islas Chatham.
El listado de terremotos ocurridos en 1902, es un registro donde solo aparecen aquellos terremotos de magnitud superior o igual a 6.
Se registra actividad sísmica en las Islas Chatham con un terremoto de intensidad 6.9 y a profundidad desconocida el 9 de febrero de 1902. Es la única actividad que se presenta en la franja temporal que va de 1900 a 1910 ya que los posibles movimientos sísmicos de menor intensidad no se han anotado en el registro. Casualmente coincide el año con el evento de París (1902). Es de entender que es factible que en 1902 hubiera focos sísmicos en las antípodas de Francia.
La hipótesis se presenta de la siguiente manera: una onda tipo P, generada en el otro lado del Mundo, atraviesa las capas de la Tierra. Para cuando llega a Paris es coherente (con la misma frecuencia; longitud de onda y con la amplitud mínima necesaria) respecto a la onda que genera el movimiento oscilatorio del péndulo y está perfectamente desfasada con esta misma como para crear una interferencia destructiva, que tiene por efecto la parada de todos los relojes, los cuales presentan un movimiento sincrónico de sus péndulos.
Y ahora viene otro interrogante. Un dato es que los sismógrafos no detectaron nada esa noche. ¿es esto posible y compatible con esta hipótesis? Sí
Sabemos que después de 1880, la mayoría de los sismómetros descendieron de los desarrollados por el equipo de John Milne, James Alfred Ewing y Thomas Gray, que trabajaron como asesores del gobierno extranjero en Japón desde 1880 hasta 1895. Estos sismómetros consistían en un péndulo grande y estacionario, con un lápiz en la parte inferior, si bien no eran lo suficientemente sensibles como para detectar terremotos distantes, como fue en este caso.
La dirección de la onda era perfectamente perpendicular al plano horizontal de todo el instrumental, y la amplitud de la onda en función de un ángulo potencial de solamente unos 3° respecto a la perpendicular, no se pudo percibir máxime teniendo en cuenta que no fue acompañada de otras ondas características de un movimiento sísmico.
Otro fenómeno fueron las sensaciones de náuseas y mareos entre parte de la población esa mañana al levantarse ¿Puede explicar esta hipótesis el mareo de la población de París la mañana siguiente?
La sensación de mareo es algo normal tras un movimiento de tierra. Nuestro oído informa al cerebro que el cuerpo se está moviendo, sin embargo, el sentido de la vista rechaza la información, ya que lo normal es que no podamos ver con nuestros ojos que el suelo se está moviendo. Estas informaciones contradictorias en la cabeza son las que nos producen mareos.
Y por penúltimo tenemos las luces en el cielo de esa noche previas al terremoto ¿puede esta hipótesis explicarlas? Desde luego sí, ya que es conocido el hecho aún no explicado de las luces de terremoto EQL (del inglés «Earth Quake Light») que se corresponden a un inusual fenómeno aéreo luminoso, similar en apariencia a una aurora boreal, que aparece
en el cielo por encima o cerca de áreas donde hay estrés tectónico, actividad sísmica o erupciones volcánicas. Son especialmente visibles en la noche, como ocurrió en París.
Varias hipótesis que tratan de explicar este fenómeno, entre ellas la triboluminiscencia generada por la acción mecánica en zonas de fallas, y también se ha pensado en que la causa es una ionización de la atmósfera a consecuencia de las cargas estáticas que genera el movimiento de placas.
En concreto la luz de París (como las de las fotos anteriores que son de terremotos) esa noche de desplazó por el este desde el Sur al Norte y casualmente las fallas principales en la zona discurren por el Este en dirección Norte-Sur
Por último, queda un misterio pendiente…¿Qué le pasó esa noche al Péndulo de Foucault? Pues muy sencillo, el efecto de la onda sísmica produjo un retraso en el tiempo de oscilación del péndulo de Foucault, y su comportamiento trastocó el principio para el que estaba diseñado: demostrar la rotación de la Tierra.
Todo lo expuesto aquí no le roba ni un ápice de magia a esa noche en París, ya que, si bien la hipótesis se sustenta sobre fenómenos naturales, su conjugación en un enclave místico, lleno de historia, es digna del casual coqueteo de un designio guardado a los elegidos.
Las pruebas nucleares de los años 70 tuvieron que ser interrumpidas porque producían terremotos en la parte contraria (opuesta) del planeta tierra. Oficialmente eso nunca lo avalaron los organismos y gobiernos implicados, pero la presión internacional ante las evidencias hicieron que se parapente dichas pruebas Nucleares.